De acuerdo a la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) de las Naciones Unidas(ONU) este año se puso especial énfasis en la restauración de la tierra y la resiliencia a la sequía y la desertificación.
El Informe Mundial 2024 del Centro de Monitoreo del Desplazamiento Interno,destaca que cada año, millones de personas son desplazadas por las catástrofes. En 2023, los desastres provocaron 26,4 millones de nuevos desplazamientos internos. El Banco Mundial, señala que sin una acción climática y para el desarrollo,temprana y concertada, más de 216 millones de personas podrían convertirse en migrantes climáticos internos en 2050.
Por lo que urge emprender acciones concretas, enfatiza el informe, ya que la degradación del suelo afecta de manera directa la vida de las personas y sus medios de subsistencia, amenazando la seguridad alimentaria y del agua y provocando migración y desplazamiento. Recomiendan incluir y empoderar a las personas más afectadas por la degradación del suelo, la desertificación y la sequía en lo relacionado con la toma de decisiones y las acciones correspondientes.